The Kooks

The Kooks, cuyo álbum debut de 2006 superó los dos millones de copias vendidas, se han convertido de manera inesperada en referentes para una nueva generación. Aunque conservan a su público original, la banda ha sumado un numeroso fandom de la Generación Z, encabezando festivales y agotando entradas en todo el mundo. Las redes sociales han contribuido a reposicionarlos como una de las bandas más queridas del momento, llevando su inconfundible espíritu brit-pop a nuevos escenarios. Aquel primer trabajo supuso un hito para la música indie de los 2000 y sus primeros éxitos marcaron el sonido de una época. Pocas canciones definen tanto aquella década como Naïve, aunque la trayectoria del grupo dista de ser la de un “one-hit wonder”: su segundo disco, Konk, alcanzó el número uno y figura entre los cuatro que han entrado en el top 10. Lejos de estancarse, The Kooks han sabido evolucionar, transitando del indie rock hacia influencias de synthpop y krautrock. A lo largo de su carrera han incorporado inspiraciones diversas: desde la pasión de Harris por el soul y la ópera, hasta las referencias clásicas de Pritchard, como Bob Dylan y The Rolling Stones.